Te damos  algunas recomendaciones sobre el uso de los termómetros más comunes.
Pocas son  las madres que no han tenido que usar un termómetro en los primeros años de la  vida de sus hijos dado a que las infecciones virales son comunes en esta época  de la vida y uno de los síntomas de los que se acompañan es la fiebre.
El dilema  empieza cuando las mamás nos enfrentamos a que tenemos varios tipos de  termómetros en el mercado, desde el termómetro de mercurio, los digitales, los  óticos etc. y no sabemos cuál comprar o cuál es preferible elegir para la edad  de nuestro hijo.
A  continuación te daremos algunas recomendaciones sobre  el uso de los más  comunes.
Termómetro  de vidrio con bulbo de mercurio.
Es el  termómetro más común, para tomar su lectura si es con el que cuentas en casa,  es mejor que practiques, ya que no son tan fáciles de leer como los digitales.  Cuando recién lo utilices sostenlo con la mano derecha firmemente y agítalo  hacia arriba y hacia abajo y trata de ver la columna del mercurio que brilla  como un metal plateado, cuando puedas detectar donde va la columna, lo demás  será más fácil; coloca el termómetro horizontalmente visualizando la columna de  mercurio, del lado izquierdo. El primer número que verás es el 35 y del lado  derecho será el 42, éstos se refieren a los grados, entre cada grado hay 10  rayitas pequeñas que son décimas de grado, de tal manera que si la columna  llega al número 38 con 4 rayitas, significa que su temperatura es de 38.4   °C. Antes de colocarlo cerciórate de  que la columna esta en 35 grados.
Hay dos  tipos, el termómetro rectal y el axilar.
1.  Termómetro rectal.
Indudablemente  es una de las mejores maneras de tomar la temperatura en bebés pequeños o niños  menores de 3 años, ya que aunque en general los niños de todas las edades puede  tomarse la temperatura rectalmente, los niños mayores  a los 4 años es difícil que cooperen, pero ¡cuidado! no todos los termómetros  de vidrio son para uso rectal, a diferencia del termómetro axilar,  éste debe tener un bulbo corto y redondeado. Hay que tener cuidado cuando se  manipule ya que es fácil de romper.
Las  recomendaciones para utilizarlo son las siguientes:
    - Lavar  y desinfectar el termómetro, puede ser con agua y jabón o con alcohol y luego  enjuagarlo con agua.
 
    - Asegurarse       que la línea del mercurio está abajo de lo normal, esto se logra agitando       el termómetro tomándolo con los dedos pulgar y       los 2 primeros dedos por el lado contrario del mercurio, hasta que marque       unos 35 ° C ó 96° F.
 
    - Lubricar       el extremo del bulbo para que sea más fácil la inserción, puede usarse un gel lubricante que ya se vende en pequeños paquetitos, vaselina incluso algunas mamás usan aceite       comestible.
 
    - Verificar       que el bebé no se encuentra muy arropado y retirar la ropita de su cintura       para abajo para que no interfiera con el uso del termómetro.
 
    - Colocar       al bebé boca abajo en una superficie firme y segura, puede ser en un       cambiador o incluso sobre su regazo.
 
    - Con       una mano abrir un poco las nalguitas del bebé para poder visualizar el ano       y con la otra mano introducirlo gentilmente y sin forzar el termómetro       previamente lubricado unos 2 cm del extremo donde       esta el bulbo.
 
    - Sostener       termómetro al menos 2 minutos, teniendo la precaución de mantener al bebé       firme para evitar que se de la vuelta y sus nalguitas juntas para evitar       que expulse el termómetro.
 
    - Al       sacar el termómetro, limpiar el lubricante o materia fecal si es que hay y       colocarlo de manera que se pueda visualizar la línea de mercurio.
 
    - Si       la temperatura es mayor a los 38°C ó 100°F, es probable       que tu hijo tenga fiebre, así que hay que tomar las medidas necesarias.
 
2.  Termómetro axilar:
    - Es       un termómetro de vidrio con un bulbo más lago y fino. Aunque tu hijo sea       pequeño se puede utilizar sobre todo si tiene diarrea o no quiere usar el       termómetro rectal, se utliza generalmente en       mayores de 3 meses. Para utilizarlo las recomendaciones son las siguientes:
 
    - Verificar       que el bebé no se siente caliente por que está muy arropado o por que se       ha ejercitado mucho y retirar su ropa de la cintura para arriba.
 
    - Preparar       el termómetro limpiándolo bien y con la línea de mercurio debajo de lo       normal (35°C) después       colocar el bulbo bajo la axila del niño y mantener el codo del bebé pegado       al cuerpo.
 
    - Mantener       el termómetro colocado al menos 4 minutos.
 
    - Hacer       la lectura, en general la temperatura axilar es       medio grado menor que la rectal.
 
    - Al       igual que el termómetro rectal, debe manipularese       con mucho ya que puede quebrarse. Guardarlo limpio en un lugar seguro.
 
    - Este       termómetro puede ser usado también para tomar la termperatura       oral, para esto se necesita poner el bulbo debajo de la lengua del bebé,       pidiéndole que cierre la boca y que sostenga suavemente el termómetro con       los labios por lo menos 3 minutos, sin hablar y sin tratar de morderlo. Si       tu hijo acaba de tomar una bebida muy fría o muy caliente, hay que       esperarse unos 15 minutos antes de ponerle el termómetro. Se puede       utilizar esta forma de tomar la temperatura si tu hijo es mayor de 5 años.
 
    - Algunas       autoridades en pediatría sugieren actualmente evitar ya el uso de los       termómetros de mercurio para prevenir la exposición a éste. Mencionan que       aunque la cantidad de mercurio en un termómetro generalmente es       insuficiente para producir una exposición clínicamente significativa, si       el termómetro llegara a romperse el mercurio se evapora y puede ser       inhalado, causando toxicidad.
 
Termómetro digital:
    - Este       tipo de termómetros son más fáciles de leer. Para utilizarlo hay que hacer       lo siguiente:
 
    - Limpiar       el termómetro, al igual que en los de vidrio puede ser solo con agua y       jabón o con alcohol y después enjuagarlo.
 
    - Verificar       el buen funcionamiento de las pilas, encenderlo y colocar el sensor ya sea debajo de la lengua del niño, por debajo       de la axila o en el recto (lubricándolo previamente).
 
    - Sostener       el termómetro colocado al menos un minuto, hasta oír un bip electrónico que señala en qué momento retirarlo.
 
    - Hacer       la lectura y guardarlo limpio.
 
Termómetro ótico
    - Indudablemente       muchas madres preferirán los de este tipo, aunque más costosos, son muy       fáciles de usar, leer y extremadamente rápidos, sin embargo son ideales       para niños mayores ya que se debe introducir el extremo del termómetro en       el canal auditivo y los bebitos tienen éste muy       estrecho y en forma de S lo que hace difícil de colocarlos.
 
    - Para       usarlo se recomienda lo siguiente: * Limpiar el termómetro, evitando       restos de cerilla de una lectura anterior, o cambiar el capuchón plástico       que muchos traen cada vez que se utiliza.
 
    - Verificar       el buen funcionamiento de las pilas.
 
    - Colocarlo       gentilmente introduciéndolo en el canal auditivo (incluso se puede jalar       la oreja hacia afuera y hacia arriba para rectificar en conducto auditivo)       y posteriormente activar el encendido.
 
    - Dependiendo       del modelo escuchará un bip electrónico en unos       segundos y obtendrá la lectura.
 
    - Si       no se coloca correctamente, se podrá obtener una lectura incorrecta.
 
    - Leer       el termómetro requiere       de práctica, así que se mejor aprender a leerlo con anticipación y no en       el momento preciso en que tu hijo presente fiebre.