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El insomnio es la dificultad para conciliar el dormir o mantenerse dormido. En general, el insomnio es resultado de otras causas.
El insomnio puede afectar a todas las personas. Los estudios epidemiológicos demuestran que uno de cada 3 adultos lo presenta a lo largo de un año. La mitad de estas personas lo reporta como un problema grave y/o crónico.
En la edad adulta se va incrementado su frecuencia con el envejecimiento. También se llega a presentar en los bebes (a partir de los 4 a 6 meses de edad) asociado a que no se les ha enseñado a mantener hábitos y disciplina para que concilien el sueño por si mismos.
Es más frecuente en las mujeres que en los hombres. También se presenta con mayor frecuencia a menor nivel socioeconómico.
El no poder conciliar o mantener el dormir tiene como primera consecuencia la somnolencia al día siguiente. Es evidente, que esto puede condicionar un deterioro en el desempeño diurno, con menor capacidad para pensar, para trabajar y para estudiar o aprender. De hecho, es sabido que quienes sufren de insomnio crónico, tienen menos promociones laborales, se les duplica el riesgo de involucrarse en accidentes automovilísticos. Asimismo, se incrementa significativamente el riesgo de padecer enfermedades cardiacas y depresión. Disminuye sus defensas inmunológicas. Incluso hay estudios que señalan que quienes duermen en promedio menos de 6.5 horas por día se les incrementa la mortalidad.
Afortunadamente, para fines prácticos, el no dormir no lleva a la locura ni a la muerte repentina, como dice un mito generalizado.
El insomnio puede presentarse como dificultad para conciliar el sueño (insomnio inicial); con despertares prolongados por la noche (insomnio medio), o despertando demasiado temprano en la madrugada (insomnio terminal).
A algunos les molesta la somnolencia y cansancio sentido al día siguiente, mientras que a otros lo molesto les resulta la angustia de estar en la cama sin poder dormir.
Su presencia puede ser transitoria si dura menos de 7 días. Se considera que es de corta duración si es de 1 a 4 semanas. Se le llama crónico si lleva más de un mes.
El insomnio tiene muchos orígenes. El mas frecuente se le llama situacional y es cuando tenemos un evento estresante (ej. discusión con la pareja, un examen en puerta, problema económico). Habitualmente desaparece cuando se resuelve el problema o nos adaptamos a el.
Puede ser ocasionado por una enfermedad médica. Todo síntoma o enfermedad, como -por ejemplo el dolor, la falta de aire o comezón - por incomodidad, puede ocasionar insomnio. La intensidad del insomnio correlacionará con la intensidad del padecimiento o del síntoma primario. Esta es la primera causa de insomnio en los hospitales. Obviamente, el tratamiento debe estar orientado a la causa.
Se asocia prácticamente a todos los trastornos psiquiátricos. De hecho, en algunos casos la enfermedad psiquiátrica se manifiesta con insomnio, en tanto que en otros el insomnio puede disparar un episodio de algunas enfermedades. Habitualmente correlaciona de manera directa la intensidad de la enfermedad psiquiátrica con la del insomnio.
Se debe destacar que la ansiedad habitualmente produce dificultad para conciliar el sueño, en tanto que la depresión frecuentemente se manifiesta con insomnio terminal. Los trastornos psiquiátricos son la causa más frecuente de consulta por insomnio.
Es una de las manifestaciones de e casi todos los trastornos del ciclo dormir-vigilia. Estos se presentan por un desfasamiento entre el reloj biológico y la norma social ambiental. Los mas comunes son el jet-lag que se da por cambio rápido transmeridiano con los vuelos en avión.
Los trastornos asociados al trabajo por turno laboral se presentan más en quienes laboran en el turno nocturno, o en quienes van variando de turno. En el síndrome de fase retardada del dormir, la persona se acuesta y despierta normalmente tarde, pero las demandas sociales no coinciden con este ritmo. También se encuentran sujetos en quienes no logran tener un ritmo regular.
Puede ser ocasionado por malos hábitos. Estos incluyen la variación frecuente en la hora de acostarse levantarse, el horario de trabajo, de ejercicio y la presencia de siestas.
Otra fuente de insomnio es el ritual previo a meterse a la cama: si toma un baño, o es cuando piensa sobre sus problemas, así como las actividades independientes a dormir que se lleven a cabo en la cama, incluyendo leer, ver televisión, comer, etcétera. El medio ambiente puede no ser propicio para el sueño, por exceso de luz y ruido, o bien por que la temperatura, el colchón o almohada no sean cómodos.
Finalmente se debe valorar que espera el paciente, si es realista el cómo y cuánto espera dormir.
Existen gran cantidad de sustancias que por efecto directo o por supresión lo pueden desencadenar. Desde las aceptadas socialmente como la cafeína y las de aplicación médica (la teofilina y los anorexígenos), como sustancias ilícitas, como la cocaína y la metanfetamina.
El alcohol provoca somnolencia, pero según bajan sus niveles en sangre se provoca una fragmentación del dormir. De hecho, los alcohólicos pueden sufrir un insomnio crónico de muy difícil resolución y que es causa frecuente de recaída.
Gran cantidad de sustancias -sedantes o no-pueden disparar insomnio por fenómeno de supresión, incluyendo a varios hipnóticos, principalmente los de vida media corta, lo que sucede al presentar tolerancia a sus efectos.
El insomnio es muy frecuente y desgraciadamente muchas personas que lo padecen no reciben el diagnóstico y tratamiento adecuado porque no saben que su dormir es anormal, o porque acuden con personas con pocos escrúpulos que se autodenominan especialistas en trastornos del dormir, incluyendo a psicólogos que les prescriben medicamentos (lo que es un delito). En México, tanto en el D.F. como en algunas ciudades del interior de la república, ya existen centros especializados en hospitales gubernamentales y no gubernamentales que son atendidos por especialistas.
Para prevenir el insomnio mejore su higiene del dormir
Lo primero es revalorar su hábitos de higiene del dormir (link). Si el problema persiste acuda con su médico o directamente con un especialista en trastornos del dormir. Ahí recibirá un diagnóstico adecuado (el cual de manera excepcional requiere un estudio nocturno del sueño). El manejo deberá incluir recomendaciones para mejorar sus hábitos, podrá usarse medicamentos hipnóticos con un perfil de riesgo bajo de dependencia y que se deberán recetar a la menor dosis efectiva por el menor tiempo necesario, y por supuesto el tratamiento pertinente al origen y causa del insomnio.
En Médica Sur se encuentra el único centro en México para trastornos del dormir con personal multidisciplinario que cuenta con especialista con título revalidado en esta especialidad. Acuda con nosotros y recibirá un diagnóstico oportuno y ético para resolver su problema.
Puede consultar algún libro sobre el tema.
Insomnio. Barbara Becker. Ed. Plaza &Janes 1995.
Para insomnio en niños:
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