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Las venas son vasos sanguíneos que regresan la sangre que ya ofreció en su trayecto oxígeno y nutrientes a los diferentes órganos del cuerpo y que regresa al corazón y pulmones para reoxigenarse.
Ya que la presión que las venas tienen, que tiene en "su contra" la gravedad, requieren de la contracción muscular rítmica y continua de los músculos de pies y piernas, de elevación de las extremidades y de la presencia de válvulas que impiden que "caiga" la columna de sangre durante la posición de sentado y parado.
Cuando cualquiera o estos 3 factores fallan, se acumula la sangre en el árbol venoso, se vuelven las venas tortuosas e ingurgitadas, por ello es más frecuente en las piernas y la región abdominal y pélvica, y a esto se le denomina insuficiencia venosa.
Esta insuficiencia venosa en forma crónica ocasiona edema, cambios en la textura y coloración de la piel y en casos avanzados incluso úlceras en piel sobretodo de tobillos.
Existen tres causas principales:
En la Insuficiencia Venosa Crónica la sangre no regresa adecuadamente al corazón provocando un estancamiento de la sangre llamado estasis venosa que favorece en un círculo vicioso la incompetencia de las válvulas, la ingurgitación venosa, edema, dolor que obliga a reposo y la posibilidad de desarrollar tromboflebitis o inflamación de la vena con formación de un coágulo.
La ruptura de los pequeños vasos capilares dejan escapar eritrocitos o glóbulos rojos que en el tejido blando de las piernas, especialmente en tobillos, pigmenta y deja un color ocre o parduzco. Al cabo de varios años, la piel es dañada por estos cambios y pueden desarrollarse úlceras, llamadas úlceras por estasis venosa que pueden abrirse e infectarse requiriendo de tratamiento especializado con el Vascular Periférico.
En la fase aguda:
A largo plazo
El diagnóstico puede realizarse durante una revisión clínica de rutina o bien el paciente puede acudir por las molestias. A la exploración física se observan trayectos venosos muy aparentes y a la presión pueden doler las piernas o bien sobre el trayecto venoso. Es probable que tratándose de una condición crónica el paciente refiera edema y cansancio de meses o años de evolución.
Cuando el flujo venoso es muy difícil el Vascular Periférico preferirá realizar un Ultrasonido Doppler, estudio que usa ondas de sonido para proveer información acerca de sus venas y de su flujo sanguíneo indicando si existen datos de obstrucción, en qué longitud de la vena y qué tan apretada es la obstrucción lo que permitirá decidir el tipo de tratamiento.
El tratamiento de la insuficiencia venosa es variable y puede incluir una o más medidas tanto higiénico-dietéticas como medicamentosas o aún quirúrgicas.
La selección de este procedimiento debe tomarla el especialista y tener en cuenta que las venas sanas podrán también enfermarse y ocasionar problemas más importantes posteriores. En algunos casos el tratamiento será quirúrgico y consistirá en remover las venas varicosas en todo su trayecto permitiendo que se formen vasos de drenaje alterno o secundario.
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