Si existe duda de que algún familiar o conocido está iniciando o ya cursando con alguno de estos trastornos es importante platicar con esa persona querida, hay que ser honesto, directo y comprensivo; explicar exactamente lo que se ha observado, manifestarle la preocupación y el deseo de ayuda; sugerir buscar ayuda profesional y ofrecer acompañarle; hacerle sentir que no está solo.
Si se resiste a ser ayudado o niega el problema, es posible que no esté preparado para admitir que lo tiene, no se le puede obligar a menos que se considere que está poniendo en riesgo su integridad física o mental.
Sin embargo, se le puede indicar a dónde puede dirigirse o llamar para pedir información; se puede incluso sugerir que empiece por realizarse un examen médico.
Lo que no se recomienda:
- Si es un familiar, NO sentirse culpable; lo importante es saber lo que se le puede aportar para ayudar al hija/o.
- NO permitir que la comida sea un arma, no permitir que coma solo o diga que ya comió, cuando se sospecha que no es verdad.
- NO sobreproteger al familiar o amigo necesita oportunidad de ser responsable e independiente.
Lo que si se puede hacer:
- Demostrar a través de actos y de palabras que se le quiere y se le respeta pero asegurándose de que entienda que la vida de los otros también son importantes.
- Darle la oportunidad de tomar responsabilidades en la medida que esté preparada/o (sin presionar prematuramente).
- Reconocer y respetar sus ideas e ideales aunque difieran de los tuyos; hablar acerca de las diferencias, pero tratándolo/a como a un adulto con el que se pueden cambian impresiones.
Recomendaciones a los padres para prevenir los Trastornos de la Conducta Alimentaria:
- Explique a sus hijos que no existe una figura corporal perfecta; que hay diferentes biotipos –formas del cuerpo-; que la calidad y el valor de las personas está más allá de su apariencia.
- Coma junto a sus hijos y sirva comidas bien balanceadas dirigidas a toda la familia, sin consentir preferencias sobre tal o cual alimento. Hable con ellos sobre los mitos o comentarios sin fundamento acerca de algunos alimentos, por ejemplo "el pan engorda", "el chocolate provoca acné"; evite que su familia coma viendo la televisión.
- Hable con sus hijos sobre el uso de palabras o ideas que evocan intolerancia: "morenito", "gordo", "chaparro", entre otros
- Enseñe a sus hijos a ver la televisión de forma crítica, enseñándoles el mensaje oculto de los anuncios y promocionales como por ejemplo: junto con la imagen estética de los comerciales está la intención de vender un producto.
- Inculque en sus hijos la práctica de algún deporte esto fomentará su autoestima y les ayudará a conocerse más a si mismos en especial sus alcances y limitaciones.
Infórmate por ti y por tus hijos
Informes: Centro Integral de Diagnóstico y Tratamiento (CIDyT)
Clínica de Trastornos de la Conducta Alimentaria