Síntomas

La ELA frecuentemente empieza con contracciones y debilidad en un brazo o la pierna; en ocasiones puede iniciar con lentitud en el lenguaje. Eventualmente afecta la habilidad para controlar los músculos que ocupamos para movernos, hablar y respirar. La ELA aún no tiene cura y con el tiempo ocasiona la muerte.

Los signos tempranos de ELA pueden incluir:

• Dificultad para caminar, movilizarse, o para realizar las actividades diarias.
• Debilidad en piernas, pies o tobillos.
• Debilidad o torpeza en manos.
• Dificultad para hablar o para tragar alimentos.
• Calambres musculares o contracturas pequeñas en los brazos, hombros y lengua.
• Dificultad para mantener la cabeza elevada o una postura adecuada.

Con frecuencia la enfermedad empieza en manos, pies o en extremidades, y después se extiende a otras partes del cuerpo. Conforme va avanzando, los músculos se vuelven progresivamente más débiles, hasta afectar la masticación, la deglución, el habla y la respiración.

Sin embargo, los pacientes con ELA no se ven afectados en la capacidad para controlar los intestinos o vejiga, ni en la percepción de los sentidos o en la habilidad para pensar. Es posible permanecer activamente involucrado con la familia y los amigos.

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Contenido: Mayo Clinic.