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Control intestinal quiere decir que usted es capaz de aguantar una evacuación intestinal hasta llegar a un baño. Usted podría tener un problema de control intestinal si:
Los problemas de control intestinal (también llamados incontinencia fecal) pueden ser molestos e incómodos. La mayoría de las personas con incontinencia fecal sienten vergüenza y tratan de ocultar el problema. Es posible que no quieran salir de su casa por miedo a perder el control intestinal en público. Podrían dejar de frecuentar a los amigos y a la familia.
Los problemas de control intestinal son a menudo causados por un problema médico. Si usted tiene un problema de control intestinal, no dude en hablar con su proveedor de atención médica sobre el asunto. El proveedor de atención médica podría ayudarlo.
Las personas de cualquier edad pueden tener problemas de control intestinal. Los problemas de control intestinal no siempre son parte del envejecimiento, pero son más comunes entre los adultos mayores. Cualquiera de los siguientes problemas puede aumentar el riesgo de desarrollar un problema de control intestinal:
Los problemas de control intestinal afectan a alrededor de 18 millones de adultos estadounidenses?esto quiere decir una de cada 12 personas. Usted no está solo si tiene un problema de control intestinal.
A medida que los alimentos pasan por el aparato digestivo, la mayoría de ellos se descompone hasta convertirse en algo que su cuerpo puede utilizar como energía. Ciertas partes de los alimentos que ingiere no pueden digerirse y pasan al colon, también llamado intestino grueso. Cuando los alimentos no digeridos llegan al recto?el último tramo del colon?se han formado en desechos sólidos que se conocen como heces.
Una vez que las heces llegan al recto, los músculos y los nervios trabajan en conjunto para:
El recto se expande para contener las heces hasta que usted esté listo para tener una evacuación intestinal, momento en el cual las heces pasan hacia el exterior del cuerpo a través del ano, la abertura al final del recto. Los músculos del esfínter (unos músculos en forma de anillo localizados al final del recto) mantienen cerrado el ano para contener las heces en el recto hasta que usted esté listo para expulsarlas. Otros músculos que se llaman músculos del piso pélvico dan soporte al recto y a la vagina de la mujer y ayudan a mantener el control intestinal.
Los problemas de control intestinal pueden tener muchas causas. Entre ellas se cuentan la diarrea, el estreñimiento, las lesiones musculares o nerviosas y la pérdida de la capacidad del recto para expandirse.
Diarrea. La diarrea causa problemas de control intestinal porque las heces flojas llenan el recto más rápido de lo que tarda el recto en expandirse para contenerlas. Este llenado rápido le hará sentir unas ganas muy fuertes de ir al baño.
Estreñimiento. Podría sorprenderle saber que el estreñimiento puede conducir a problemas de control intestinal. El estreñimiento hace que las heces grandes y duras se atasquen en el recto. Si eso sucede, las heces líquidas podrían gotear alrededor de las heces duras. El estreñimiento también causa que los músculos del recto se expandan y debiliten, por lo que dejan de poder contener las heces lo suficiente para que la persona pueda llegar al baño.
Daño o debilidad muscular. Si los músculos del esfínter están dañados, no serán lo suficientemente fuertes para mantener cerrado el ano y podría haber goteo de heces. Cuando los músculos del piso pélvico son débiles, podrían dificultar la retención de heces en el recto.
Daño de los nervios. Si los nervios que controlan los esfínteres están dañados, los músculos no pueden trabajar como deben. El daño de los nervios que indican la presencia de heces en el recto podría dificultar saber cuándo debe usar el baño.
Los músculos y nervios pueden lesionarse por:
Pérdida de elasticidad. Si hay cicatrices o inflamación en el recto, éste se pone rígido y no puede expandirse tanto para contener las heces. Entonces, si el recto se llena demasiado, puede haber goteo de heces. El tratamiento con radiación para el cáncer colorrectal u otros tipos de cáncer pélvicos puede producir cicatrices en el recto. Las enfermedades inflamatorias del intestino (trastornos crónicos, como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn) pueden causar inflamación e irritación que causan rigidez en la pared del recto.
Las hemorroides. Las hemorroides externas, que se desarrollan bajo la piel alrededor del ano, pueden evitar que los músculos del esfínter anal se cierren por completo. Entonces, pequeñas cantidades de mucosidad o heces líquidas pueden gotear a través del ano.
Es más probable que los problemas de control intestinal afecten a adultos mayores que a personas más jóvenes porque a medida que uno envejece:
Si hay daño de los músculos del piso pélvico durante el parto, los problemas de control intestinal pueden comenzar justo después de haber dado a luz. Sin embargo, para ciertas mujeres, los problemas de control intestinal podrían aparecer después de muchos años.
Los problemas de control intestinal relacionados con el parto pueden ser causados por:
Podría sentirse avergonzado de hablar con su proveedor de atención médica sobre su problema de control intestinal, pero lo que usted le diga no lo sorprenderá ni impresionará en lo absoluto. Es probable que su proveedor de atención médica le haga preguntas como:
Cuanto más detalles y ejemplos puedan compartir sobre su problema, mejor será la ayuda que su proveedor de atención médica pueda brindarle. Esté preparado para decirle a su proveedor de atención médica:
Su médico anotará su historia clínica y probablemente le haga un examen físico. También podría hacerle una o más pruebas médicas o remitirlo a un especialista para que se las haga. Hay varias pruebas que pueden:
Una vez que se haya encontrado la causa de su problema de control intestinal, usted y su médico elegirán el mejor tratamiento para usted.
Diferentes alimentos influyen en qué tan duras o blandas son sus heces y qué tan rápido viajan a través del aparato digestivo. Usted puede hacer cambios en qué y cuándo come para ayudar a controlar su problema de control intestinal.
Lleve un registro de alimentos. Anote lo que come, la cantidad y cuándo tiene una pérdida de control intestinal. Anote si los alimentos que contienen lactosa (un azúcar que se encuentra en la leche y en los alimentos elaborados con leche) o las bebidas que contienen edulcorantes artificiales le producen diarrea. Después de pocos días, usted podría comenzar a ver una relación entre ciertos alimentos y la pérdida de control intestinal. Hable de su registro de alimentos con su proveedor de atención médica.
Algunos alimentos que podrían causar diarrea incluyen:
Coma la cantidad adecuada de fibra. A muchas personas, la fibra les ayuda para que las heces sean blandas, agrega volumen y hace que sean más fáciles de controlar. Así tenga diarrea o estreñimiento, la fibra puede ayudar. La fibra se encuentra en frutas, verduras, granos enteros y fréjoles. Los suplementos de fibra que se compran en una farmacia o tienda de productos para la salud son otra fuente común de fibra para tratar los problemas intestinales. Agregue fibra a su dieta con mesura para que su cuerpo pueda acostumbrase. Demasiada fibra a la vez puede causar meteorismo.
Beba suficientes líquidos. Beba ocho vasos de 8 onzas de líquido al día para ayudar a prevenir el estreñimiento. El agua es una buena opción. Evite bebidas carbonatadas o con cafeína, alcohol, leche o edulcorantes artificiales si le producen diarrea.
Si usted tiene estreñimiento, su médico podría mandarlo a tomar laxantes para ayudar a ablandar las heces y facilitar su paso. Si sus problemas son causados por diarrea, su médico puede sugerirle medicamentos para controlarla.
Los ejercicios que fortalecen los músculos del piso pélvico pueden ayudar con el control intestinal. Para hacer ejercicios del piso pélvico, debe apretar y relajar estos músculos de 50 a 100 veces al día. El truco consiste en identificar los músculos correctos para apretar. Su médico, enfermera o un terapeuta certificado puede ayudarle a asegurarse de que está haciendo los ejercicios de manera correcta. La terapia de biorretroalimentación puede ayudar. La terapia de biorretroalimentación es una técnica indolora que utiliza una máquina para que usted pueda saber cuándo está apretando los músculos correctos.
Entrenarse para evacuar a ciertas horas del día (como después de las comidas) podría ayudar. Podría tomarle algún tiempo desarrollar un patrón normal, por lo que no debe darse por vencido si no funciona enseguida.
Dependiendo de la razón de su problema de control intestinal o de su gravedad, su médico puede recomendar la cirugía. El tipo más común de cirugía se llama esfinteroplastia, la cual implica unir con suturas los extremos de un músculo desgarrado del esfínter debido a un parto u otra lesión. Otros tipos de cirugía incluyen la colocación de un esfínter artificial, que es un manguito inflable, alrededor del ano e implantar una pequeña bomba debajo de la piel para inflar o desinflar el manguito.
La piel alrededor del ano es delicada y sensible. El estreñimiento y la diarrea o el contacto de la piel con las heces pueden causar dolor o picazón. He aquí algunas de las cosas que usted puede hacer para aliviar el malestar:
Vivir con un problema de control intestinal puede ser muy molesto. Es posible que se sienta solo y avergonzado. Sin embargo, hay cosas que usted puede hacer para mejorar su vida y sentirse mejor consigo mismo.
Intente los siguientes consejos de todos los días:
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