Psico-oncología

Recibir un diagnóstico de cáncer es un evento difícil, porque se trata de una enfermedad que amenaza la integridad física de quien la padece. La noticia es un factor de estrés psicológico que puede provocar una crisis, es decir, un estado temporal de temor, desesperanza o desorganización de las emociones, las conductas, los pensamiento y las relaciones, en donde se pone a prueba la capacidad para resolver problemas tanto del paciente como de su círculo afectivo.

Cada quien reacciona de acuerdo con su personalidad y experiencia y las respuestas son muy distintas: extrañeza, enojo o curiosidad, preguntándose por qué les sucedió a ellos, o incluso pensando que se trata de una situación catastrófica.

En términos generales tanto el paciente como su familia viven todas esas reacciones, algunas con mayor frecuencia e intensidad que otras a medida que el tratamiento avanza y van cambiando los retos que plantea. Sin embargo, podemos decir que la reacción más útil para el paciente es aquella que logra que se adapte a su nueva circunstancia y le permita establecer estrategias para alcanzar logros realistas y óptimos.

El apoyo emocional a los pacientes con cáncer y sus familiares es de la mayor importancia. Al atender los episodios de depresión y ansiedad, o los cambios en la dinámica familiar, es posible mejorar el tratamiento, fortalecer el ambiente en la casa y el trabajo, ayudar al paciente a adquirir una mayor capacidad para enfrentar los cambios y favorecer el crecimiento interno de cada uno de los integrantes de su familia.

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