Claves para enfrentar el cáncer

A continuación, ofrecemos una serie de recomendaciones para enfrentar mejor los cambios físicos y emocionales que se pueden presentar.

En lo que se refiere a la información

• Elige fuentes confiables, objetivas y claras. La persona más indicada para proporcionarte información es tu médico. Identifica su nombre y sus datos.
• Define con anterioridad la información que deseas obtener; haz preguntas concretas y procura que sean cortas y directas.
• Trata de llevarte por escrito las indicaciones médicas. Intenta asistir a tus citas en compañía de algún familiar.
• Pregunta lo que no entiendas, todas las veces que sea necesario.
• Toma con reserva la información que provenga de fuentes informales, como revistas, Internet o personas que no sean especialistas en cáncer.

En lo que se refiere a comunicación

• Mantén una comunicación abierta y sincera con tu familia y el equipo médico.
• Informa a tus familiares, incluyendo tus hijos, sobre la situación que estás viviendo.
• Permítete compartir tus sentimientos con tus seres queridos.
• Si eres familiar del paciente, escúchalo. Permítele expresar sus sentimientos y temores. Evita decirle “no te preocupes” o “no pienses en eso”. Mejor trata de asegurarle tu cariño y disponibilidad; hazle compañía cuando la requiera y pregúntale si hay algo concreto en lo que le puedas ayudar.

Acción para la solución de problemas

• Enfrenta tus problemas por orden de importancia, ya sean médicos o de la vida cotidiana.
• Concéntrate en solucionar problemas concretos y en el corto plazo.
• Aprende a delegar y a confiar en los demás. Planifica actividades de acuerdo a tus capacidades. Siéntete dispuesto a posponer o renunciar a algunas cosas.
• Identifica a las personas, instituciones o grupos que pueden contribuir a solucionar lo inesperado.
• Establece un plan que te permita definir qué información necesitas, qué debes hacer y a quién tienes que recurrir para solucionar el problema.

Saber pedir ayuda

Por lo general, creemos que pedir ayuda es fácil. Lo cierto es que hacerlo implica aceptar que nuestras capacidades han disminuido. Por eso:

• Explica a los demás qué es lo que necesitas exactamente.
• Evita compararte con otros pacientes.

Dar seguimiento a la evolución de tu padecimiento

• Procura estar atento a la evolución de tu padecimiento, tu estado físico real, cuál es el paso que debes dar a continuación y tus perspectivas inmediatas. Ello te dará una visión objetiva para seguir adelante.
• Avanza a la misma velocidad y en el mismo tono que la enfermedad; esto crea una sensación de tranquilidad, porque los eventos inesperados se convierten en retos a vencer, tareas por realizar y problemas que dominar.

Seguir en actividad

• Éste deberá ser uno de tus principales objetivos. Mantén un estilo de vida tan normal como sea posible.
• Es importante que seas flexible, es decir, que puedas adaptarte con mayor facilidad a los cambios inesperados.

Cuidados de seguimiento

Es importante respetar los cuidados de seguimiento después del tratamiento. Aun cuando parezca que el cáncer se ha ido, a veces la enfermedad puede regresar.

Tu médico programará revisiones periódicas y te indicará cuáles estudios son más convenientes. Durante este periodo las manifestaciones de ansiedad suelen ser frecuentes, sobre todo cuando se acerca la fecha de llevar los estudios al médico, sin embargo, también se pueden desarrollar síntomas de ansiedad o depresión, con dificultades para incorporarse a la vida familiar y laboral, los cuales deben ser tomados en cuenta y, en su caso, pedir apoyo profesional.

Fin de la sección psico-oncología